La Comarca del Matarraña nos atraía desde hace mucho tiempo, por fin, gracias a la amable invitación de los propietarios de los apartamentos Pisos Turísticos los Ángeles de Valderrobres, tuvimos ocasión de disfrutar, durante una jornada, de una pequeña muestra de este tesoro natural que ofrece al viajero unos encantos difíciles de igualar.
DESCUBRIENDO MATARRAÑA
España nos regala constantemente con una variedad de espacios naturales de una belleza y contrastes difíciles de encontrar en otros puntos de Europa.
Como murallas de un reino arcano, las montañas de la Comarca de Matarraña protegen los valles.
El paisaje desde las alturas muestra una tierra fértil y próspera, rodeada de bosques de pinos y preñada de campos de olivos, almendros, melocotoneros y gran variedad de huertos.
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Cuando llueve, el agua cae por un enorme embudo natural formado por siglos de erosión en la roca de las montañas, y llega a través de enormes saltos a los profundos barrancos por los que fluye libre, creando el río Matarraña, que desciende por angostos cañones, hasta las acequias, fuentes y pozas de la comarca.
Las expectativas eran grandes, y la jornada no podía comenzar de mejor forma.
La estancia en el apartamento fue un deleite.
Es sencillamente magnífico, quedamos absolutamente encantados, máxime, cuando el pueblo en el que nos alojamos no necesita presentación, Valderrobres es otro de los “pueblos más bonitos de España”, de hecho, Matarraña tiene el privilegio de tener más de uno.
Es un precioso pueblo de aire medieval con un interesantísimo casco antiguo, el puente sobre el río Matarraña nos da acceso a su interior, como una pasarela a través del tiempo.
La visita al castillo y la iglesia, centro del antiguo antiguo poder, son de estilo gótico y únicas en Aragón, y por supuesto de visita ineludible.
Después de disfrutar de nuestra confortable estancia, nos propusimos reconocer parte de este paraje con una ruta, que si bien no era muy larga, alrededor de 80 kilómetros, nos permitiría, realizando un bucle con salida y llegada a Valderrobres, conocer sus paisajes, sus pueblos y su gastronomía.
Salimos de Valderrobres e iniciamos nuestra “ruta 4×4 con encanto”, con el río Pena a nuestra izquierda durante todo el camino hasta llegar al Embalse de Pena, una de las atracciones de la zona y centro de actividades acuáticas, con intención de rodearlo y seguir por la pista atravesando el Barranc dels Olivars hasta nuestra primera parada, otro pueblo con un encanto especial, Beceite.
PUERTOS DE BECEITE, UN LUGAR PARA VISITAR
Situado a los pies de los Puertos de Beceite, el pueblo domina la cadena montañosa más importante del noreste de la provincia de Teruel.
Este pueblo medieval, se enrosca sobre sí mismo al amparo de las serranías que lo rodean, y cuesta atravesarlo por sus estrechas callejuelas para retomar la pista.
Las vistas son espectaculares, el encanto de su historia se mezcla con el aroma de los pinares cercanos.
Los Puertos son una maravilla dentro de otra, su fauna y su flora son exuberantes.
Según avanzamos por la pista reseca por la canícula y en la que aún son visibles las cicatrices que ha dejado el agua de lluvias torrenciales, podemos hacernos una idea de las posibilidades que ofrece la Comarca de Matarraña.
Aquí conviven más de 1.000 especies vegetales con numerosas especies animales. Encabeza la lista la cabra montés, y entre los grandes pinares de carrascos, negrales y pinos silvestres podemos encontrar al búho real. Los riscos de la quebrada sierra son el hogar del águila real, el águila perdicera y el halcón peregrino, que comparten el cielo con el omnipresente buitre.
Poco a poco dejamos Beceite a nuestra espalda, y al amparo de la Sierra del Besá, seguimos la ruta hacia el sur, siguiendo el recorrido del GR-8, nos acercamos al río Formenta y seguimos por el Barranco de Falgars para el Río del Racó de Patorrat, después la pista gira hacia el noroeste para conducirnos hasta la ermita de Sant Miquel d’Espinalvà, lugar en el que nos detuvimos para tomar un refrigerio a la sombre de un carrascal.
Gracias a una orografía adversa la comarca de Matarraña y los Puertos han conseguido mantenerse indemnes a la civilización.
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SEGUIMOS EXPLORANDO LA COMARCA DEL MATARRAÑA
Proseguimos la ruta, los dos Nissan, el Terrano y el Patrol, están como pez en el agua.
La pista aunque seca, se muestra resquebrajada por la acción del agua y pedregosa.
Alguna subida de reductora por la cresta de los profundos barrancos que de nuevo nos proporciona unas grandes tomas fotográficas, y a pesar del calor, la ruta mantiene todo su encanto, a cada curva una nueva sorpresa en forma de quebrada, o acantilado de puntas afiladas, o una cornisa de roca calcárea tamizada de pinos.
MATARRAÑA NO DEFRAUDA
A cada kilómetro recorrido, Matarraña nos embriaga con un paisaje esplendoroso, inacabable, cuanto más avanzamos, más queremos ver.
Desde que abandonamos la ermita rodamos con rumbo sur, nuestro nuevo destino, Fredes.
Seguimos por las pista, escoltados por las abruptas sierras coronadas por el Tossal dels Tres Reis, la cima de 1.350 metros que marca el punto de confluencia de tres antiguos reinos: Aragón, Cataluña y Valencia.
Desde 1997 la pedanía de Fredes pertenece al término municipal de Puebla de Benifasar, y está enclavada en el El Parque Natural de la Tinença de Benifassà, lo que nos indica que estamos en la Comarca del Bajo Maestrazgo, al norte de la provincia de Castellón.
Desde aquí continuamos al amparo de los carrascales que dominan la zona y giramos 180º, al norte, hasta alcanzar la Serra Pelada, donde llegamos hasta los 1.300 metros y volvemos a cambiar el rumbo, recorriendo la abrupta sierra en dirección oeste.
SIERRAS Y BARRANCOS
Como era de suponer, la parte más alta de la sierra, de nuevo, ofrece unas vistas espectaculares, esta es una de esas rutas en las que es difícil decidir qué punto te ha gustado más.
En la parte más baja de la Serra Pelada, tomamos otra pista en dirección noroeste, rodamos entre el Barranco del Caldú y la Sierra de Peñarroya, siempre por encima de los 1.300 metros de altitud.
La pista es revirada, en algunos tramos rota. Nos encaminamos hacia la próxima parada, Peñarroya de Tastavins.
El camino está flanqueado por dos formaciones geológicas que dan un carácter muy especial a la comarca, la Sierra de Encanadé y Las Peñas del Masmut.
Peñarroya de Tastavins se encuentra situada al abrigo de la Sierra de Encanadé, cerca del nacimiento del río Tastavins.
Parada obligada, el pueblo tiene el privilegio de poseer unas magníficas vistas de Las Peñas del Masmut, unas espectaculares formaciones rocosas de color rojizo que, junto al rio Tastavins, afluente del Matarraña, dan nombre al pueblo.
Dejamos Peñarroya atrás y tras recorrer un par de kilómetros por la carretera, volvemos a tomar una pista hacia el noreste.
UNA RUTA MAGNÍFICA
La pista serpentea por un barranco dominado por la Sierra de Fuentespalda que nos lleva de vuelta al Embalse de Pena, que rodeamos por la orilla norte hasta encontrar la pista que nos llevará a nuestro destino y punto de partida, Valderrobres.
La ruta, como esperábamos, ha sido magnífica: las sierras, los bosques y los barrancos, los cañones y saltos de agua, curiosas formaciones rocosas prehistóricas tamizadas de frondosos bosques, la suave música del bosque, el canto de las cigarras y pájaros, el viento en las ramas y el cielo luminoso.
MATARRAÑA, VISITA OBLIGADA
Una ruta que se presta a realizar con tranquilidad, las paradas son habituales, olvídate de las prisas, y si no la acabas en un día, quédate otro, o mejor, quédate varios días, porque Matarraña, Los Puertos de Beceite y el Maestrazgo, merecen mucho más que un fin de semana.
Y por el alojamiento no os preocupéis, solo tenéis que consultar con Pisos Turísticos los Ángeles de Valderrobres, y se ocuparán de vuestra estancia con un impecable servicio personalizado, y os asesorarán en todo lo referente a qué ver, dónde ir, dónde comer y por supuesto, dónde descansar.
No hay duda posible, ven a conocer la Comarca de Matarraña !
Reportaje patrocinado por Pisos Turísticos los Ángeles de Valderrobres