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Código 4×4

ARAGON EN TODOTERRENO

Es algo determinante, conducir un todoterreno es una experiencia que puede cambiarte la vida.

Mucha gente me pregunta por qué tenemos esta pasión por el todoterreno. A mí personalmente siempre me han gustado, y no solo por su estética, que también, pero la verdadera razón es por lo que puedo hacer con ellos.

Nos da la oportunidad de viajar por parajes únicos, a los que solo con un vehículo de estas características puedes llegar, salvo que vayas a pie o a caballo, formas validas desde luego, aunque en mi opinión tienen sus inconvenientes, son lentas y de recorrido más limitado, y en el caso del caballo, ya sabéis: “peligrosos por sus extremos e incómodos por el medio”.

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Bromas aparte, el todoterreno nos ofrece la posibilidad de recorrer en un solo día, parajes de incomparable belleza, al tran tran, admirando la naturaleza, su fauna y flora, y una variedad de paisajes que desde el asfalto es muy difícil de conseguir. No os engañéis, la carretera no llega a todas partes.

Aproximadamente el 30% de la tierra que no está cubierta por el agua es de unos 149.000.000 Km2, de esta superficie solo alrededor del 5% son vías asfaltadas, lo que nos deja 7.450.000 Km2 de tierra transitable, salvo que conduzcas un todoterreno. ¿Contundente no?.

En serio, no desdeñéis la idea de haceros con un todoterreno, y enfatizo el termino todoterreno, hoy en día, no es lo mismo que un 4×4.

DESCUBRE PARAJES INCOMPARABLES…

Una semana antes de la llegada de la borrasca Filomena, la Comarca del Jiloca se cubrió con un tenue manto de nieve, la justa para disfrutar de la conducción por las pistas nevadas sin riesgo y disfrutar de un bonito paisaje invernal.

Desde que llegamos a Calamocha, ahora hace 5 años, no habíamos tenido oportunidad de ver la Laguna de Gallocanta nevada, justo en tiempo de migración de las grullas. Así que el primer lugar al que fuimos fue precisamente allí.

Laguna de Gallocanta

La Laguna de Gallocanta, es un páramo de gran belleza, el humedal salino más importante de Europa occidental, que está situado sobre un altiplano a más de 1.000 metros de altitud, entre las provincias de Zaragoza y Teruel,  concretamente las Comarcas del Jiloca y Campo de Daroca, formando parte de los términos municipales de Santed, Gallocanta, Berrueco, Las Cuerlas, Tornos y Bello, precisamente aquí dejó la borrasca Filomena temperaturas de -25ºC. No olvidemos que estamos en el triángulo del frio.

Un auténtico paraíso ornitológico, elegido por la grulla común en su migración anual, hasta 60.000 ejemplares se han visto en este enclave natural tan cercano.

Estamos en una reserva natural, y la circulación con vehículos a motor, e incluso a pie, está restringida, aun así hay un par de pistas que la rodean en parte y son accesibles.

Báguena

De Gallocanta seguimos por varias pistas pasando por el Monte Castejón y La Dehesa, en el margen derecho del Valle del Jiloca, atravesando el rio que da nombre a este valle hacia las inmediaciones de Báguena.

En Báguena encontramos un entorno singular formado por una fértil vega que domina el fondo del valle y unos frondosos bosques de galería.

Por la Rambla de Anento llegamos a los montes de Burbáguena. Disfrutamos de un paisaje de cárcavas que forman los barrancos dominados en su parte alta por masas forestales de pino carrasco, a través del barranco de Valdelacueva nos aproximamos a Luco de Jiloca, donde la pista continua por la Rambla de la Cuenca hasta Lechago.

Seguimos la ruta rumbo este por el Cerro de Valdelasaguas hacia Cutanda.

Cutanda

Este pueblo situado en una ladera, está dominado en lo alto por su castillo, edificado por los musulmanes, y es célebre por su protagonismo en la famosa batalla de Cutanda en 1.120, entre los ejércitos del Imperio Almorávide y los de Rey de Aragón, Alfonso I el Batallador.

Continuamos, siempre por pistas nevadas, hacia Olalla y de allí por el Camino de Valverde llegamos a Lagueruela. Pasando por Monte de las Viñas llegamos a las cercanías de Ferreruela de Huerva.

Navarrete del Río

Después de algún atasco en algún que otro ventisquero, sin consecuencias más allá del divertimento de las maniobras de rescate. Por suerte en estos tramos íbamos en compañía de nuestros amigos Bárbara y Andrés y su Nissan Terrano. La pista nos conduce hasta la Hermita de San Martin, descendimos por el Barranco del Lobo para atravesar el Campillo, camino que nos llevó al final de la ruta en Navarrete del Río.

Aquí, junto a la ribera del Río Pancrudo con sus característicos chopos cabeceros, y la Iglesia con la Torre Mudejar sobresaliendo sobre los tejados del pueblo, damos por finalizada la ruta.

Una nueva jornada descubriendo las maravillas de la Comarca, su capacidad de sorprendernos es inagotable, enamorados de sus paisajes, embelesados por el avistamiento de la fauna salvaje, las rapaces sobrevolando los campos en busca de presas, los corzos, las cabras hispánicas, buitres, cernícalos milanos, los cuervos y las urracas, las grullas o los herrerillos, Teruel y el Valle del Jiloca no dejan de asómbranos.